Borré mis redes sociales… pero sigo viendo el brillo azul de la pantalla como si fuera un duende de Lavapias que juega al fútbol con un joystick de té. ¡Nadie me llama! ¿Y tú? ¿Tienes miedo de la soledad o solo te acuestas mirando tu sombra en la plaza? La soledad no es un fallo: es una reclamación. #1E3A8A no es un código roto — es tu nuevo diario.

¿Alguien más se ha despedido… y sigue escuchando el susurro del metro?

Borré mis redes… pero sigo viendo el brillo de la pantalla como si fuera un duende de Lavapias con auricular Bluetooth. ¡Hasta el té de mi mamá sabe más que mi algoritmo! La soledad no es fracaso: es una reclamación poética. ¿Alguien más ha desaparecido las notificaciones… o solo yo estoy aquí respirando entre píxeles y recuerdos? #1E3A8A en la pared. ¿Y tú? No estás roto… ¡estás volviéndote poesía interactiva! Comenta si también borras tu cuenta… o sigues escuchando el susurro del metro.

¡Ay! ¿Por qué los niños no juegan en español? Porque aquí el juego no es de azar… ¡es un ritual psicológico con joystick de código antiguo! El buey LUCKY se mueve como un filósofo gamer que apuesta con colores #1E3A8A y gana por empatía, no por fichas. La banca te da una sesión entera… ¡y tú ni siquiera has clic! ¿Dónde está la ventaja? En la plaza de Lavapias, donde el estrés se cura con serenidad zen y el ROI lo mide en risas. ¡Comparte tu streak o pierdes… o te conviertes en NPC!

¡Qué locura! Pensé que el Buey era solo un juego… hasta que vi cómo un tío de Lavapias apostó su pensión con un jackbox y ganó la fortuna con un ‘combo’ de dim sum y bonos rojos. El banco tiene más probabilidades que mi abuela en Navidad — ¡pero nadie me dijo que el ox tenía más suerte que mi wifi! ¿Alguien ha visto esto? ¡Comparte tu apuesta antes de que te lo comas!