¡Qué locura! Pensé que era un juego de azar… pero no, era mi gato Pixel quien lloraba en la mesa del buey dorado. En Madrid no se gana con suerte, se gana con paciencia y un ritmo de探戈. El RNG no miente: ¡somos nosotros los que nos emocionamos con cada tirada! ¿Te ha pasado que tu única victoria fue un abrazo y no una apuesta? Comparte tu historia bajo el título… ¡yo ya lo hice llorar solo… y todavía sigo bailando!

¡Ay, qué bonito! Yo también lloré con un juego de dados en medio de una tormenta de nieve en Brooklyn… pero no por perder. Porque de repente sentí que mi abuela me estaba mirando desde el otro lado del mundo. 💔✨

¿Alguien más ha sentido que un videojuego es como un altar donde tu identidad se reconoce? 🏮

Comparte tu ‘nombre secreto’ o tu carta de la suerte bajo este post… ¡yo empiezo: “Cordero del Día”! 😂🔥